Rosa Sanz García - Responsable de ESG y Compliance

¿Qué es la huella de carbono?
La huella de carbono es un indicador ambiental que muestra la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) que se emiten de forma directa o indirecta a la atmósfera, y se mide en toneladas de CO2. Se trata de una medida ambiental que tiene como finalidad identificar las emisiones que se liberan por una persona, empresa o producto, para posteriormente aplicar medidas para su reducción.
Atendiendo al cambio climático y, en concreto, al Acuerdo de París de 2015 el objetivo es mantener el límite del calentamiento global por debajo de 1,5 ºC. Según el informe sobre el estado del clima mundial de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) del año 2023, la temperatura media mundial durante este periodo ha alcanzado cerca de 1,45 ºC. Para poder cumplir con el objetivo los diferentes países han aplicado medidas para reducir los gases de efecto invernadero, para así conseguir un planeta neutro de gases.
Para ello, el primer paso es proceder al cálculo de la huella de carbono para poder determinar un plan estratégico de gestión y reducción de gases de efecto invernadero. A día de hoy es un factor de competitividad en el mercado, debiendo las empresas adaptarse a la nueva regulación y a las necesidades de nuestro planeta. Pues bien, todas las empresas y organizaciones, independientemente de su tamaño, tienen el mismo objetivo, la descarbonización.
¿Qué tipos de huella de carbono existen?
Existen diferentes tipos de huella de carbono:

¿Cómo se calcula la huella de carbono?
El cálculo de la huella de carbono se realiza teniendo en cuenta el dato de la actividad, es decir, el parámetro que determina el nivel de generación de GEI, y el factor de emisión, esto es la cantidad de GEI emitidos por cada unidad de parámetro.
El cálculo de la huella de carbono se puede realizar atendiendo a diferentes alcances. Existen tres alcances según las emisiones:
- Alcance 1: Las emisiones directas que proceden de fuentes que son propiedad o están controladas por las empresas, como puede ser el combustible fósil para la calefacción o para los medios de transporte.
- Alcance 2: Las emisiones indirectas asociadas a la adquisición y consumo de energía por parte de la compañía.
- Alcance 3: Las emisiones indirectas que proceden de fuentes que no son propiedad ni están controladas por las organizaciones, como puede ser los viajes de trabajo a través de medios de transportes externos.
En lo que respecta a este alcance, son pocas las empresas las que lo utilizan para el cálculo de su huella de carbono, ya que esto supone una colaboración por parte de los proveedores para poder obtener la información, que en muchas ocasiones resulta ser complicado.
Las emisiones que representan el Alcance 3 prevén aproximadamente el 80% del total de la huella de carbono, lo que determina que las empresas deben aplicar políticas de compras para su cadena de valor, que permitan así la recopilación de información por parte de los proveedores.

¿Qué medidas podemos aplicar para su reducción?
Para la reducción de GEI debemos aplicar medidas tanto en el ámbito personal como en la compañía, entre las que se encuentran:
Reducción de consumo eléctrico: Mediante la monitorización de los consumos de las instalaciones y sistemas de temporización y detención de presencias para evitar consumos innecesarios y realizar un uso responsable. Asimismo, con la finalidad de reducción el consumo se recomienda el uso de luminaria LED, así como la contratación de electricidad de origen renovables con Garantía de Origen (GdO).

Rosa Sanz García es Responsable de ESG y Compliance, con su incorporación en la compañía se determinó definir una hoja de ruta hacía la sostenibilidad al estar la actividad de Grupo Arrate especialmente realizada.
Rosa es licencia en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid y en el año 2022 inició un L.L.M de Operaciones Internacionales en el Centro de Estudios Garrigues, a través del cual se especializó en sostenibilidad y en criterios ESG.