Construyendo un futuro sostenible

Energía Eólica

La energía eólica no sólo crece de forma imparable en España y bate todos los récords, sino que además se ha convertido en la mejor demostración de que las energías renovables pueden contribuir a transformar el modelo energético tradicional.

La energía eólica genera un porcentaje muy importante de la capacidad eléctrica en nuestro país y es, junto con la energía solar y la hidráulica, una de las principales fuentes de energía renovable.

Arrate desarrolla  2.5 GW de energía eólica en España. 

Puedes observar los distintos elementos de un aerogenerador en la siguiente ilustración 

Energía Fotovoltaica

El Grupo Arrate desarrolla más de 3 GW de energía fotovoltaica en España y tiene bajo construcción seis parques solares con una potencia total de 420 MW. 

La energía generada mediante paneles solares fotovoltaicos es inagotable y libre de emisiones lo que la convierte en uno de los pilares de la Transición Energética. 

España, debido a sus largas horas de sol (una media de 2.500/3.000 horas anuales) es uno de los países líderes en esta tecnología que ya es la tercera fuente renovable en nuestro país. 

 

Energía Solar

Biometano

Con el incremento de la generación de residuos, que continúa en aumento, surge la necesidad de aprovechar este recurso para producir energía renovable de manera sostenible.

En este contexto, la producción de biometano responde a este modelo, siendo además un método de reciclaje de residuos orgánicos biodegradables y, cuando se aprovecha como combustible, un importante consumidor de gases de efecto invernadero al retirar el metano de la atmósfera.

Las plantas de biometano utilizan los residuos generados por las actividades ganaderas o industriales (principalmente) para generar un gas renovable que puede inyectarse a la red directamente para su posterior consumo en hogares o industrias o utilizarse como combustible para vehículos.

Puedes observar cómo funciona en la siguiente ilustración.

Hidrógeno Verde

El hidrógeno verde, también conocido como hidrógeno renovable, es una fuente de combustible limpia y con el el potencial de desempeñar un papel clave en la transición energética.

Esta tecnología se basa en la generación de hidrógeno, un combustible universal, ligero y muy reactivo, a través de un proceso químico conocido como electrólisis. 

Este método utiliza la corriente eléctrica para separar el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua. Si esa electricidad es obtenida de fuentes renovables, produciremos energía sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera, consiguiendo hidrógeno verde. 

Autoconsumo

El autoconsumo permite, tanto a nivel industrial como particular, generar en el propio espacio de actividad la energía que se va a consumir gracias a la instalación de paneles solares u otros sistemas de generación renovable.

El Grupo Arrate desarrolla un total de 80 MW de autoconsumo para grandes complejos industriales en Castilla-La Mancha. 

Además de impulsar las renovables, supone un ahorro en la factura eléctrica y una menor dependencia de los cambios de precio de la tarifa de luz, ya que una parte o el total del consumo se cubre con la energía generada por el sistema de autoconsumo.

Autoconsumo energía solar

Hibridación

La hibridación de tecnologías permite complementar una fuente de energía con otra e incluso complementar distintas tecnologías con el almacenamiento de la energía producida.

Por ejemplo, muchos de los parques que el Grupo Corporativo Arrate desarrolla hibridan la energía eólica con energía fotovoltaica. De esta forma, la producción de la instalación siempre es estable en un parque que cuenta con paneles solares y aerogeneradores al mismo tiempo.

Almacenamiento

El almacenamiento energético es la capacidad de mantener guardada la energía generada para poder liberarla cuando se produzca demanda. Con un sistema de almacenamiento eficaz es posible almacenar la energía renovable sobrante para poder suministrarla cuando se requiera en momentos de poca producción

De esta forma, en momento de mucho sol o viento las tecnologías solares y eólicas podrían reservar esa energía sobrante para liberarla en momentos en los que no haya recurso suficiente.

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